Son los nacidos y que nacerán entre 2015 – 2030, los cuáles llegan en el auge de las nuevas tecnologías y el declive de los valores, apareciendo ideas destructivas que pueden generar la involución humana.
Educación:
Post-moderna: muchos de sus padres son mayores de 30 años por lo que tienen experiencia de vida que los lleva a formarse un criterio propio en cuanto a la educación, generando un balance entre lo material y lo espiritual; lo permisivo y lo correctivo, que genera niños con mayor consciencia. A pesar de que sus padres sean jóvenes, también encontramos que tienen una madurez mayor a los padres de generaciones anteriores, debido a ciertas experiencias propias o de amigos muy fuertes. Esto creará una educación más responsable hacia esta generación.
Roles hombre/mujer:
Roles de igualdad extrema que hacen que se desdibuje la sexualidad y con ello las características propias de cada género. Se percibe el concepto de una elección de género voluntaria que crea una extrema igualdad respecto a lo que un género u otro “deben” hacer y ambos géneros se encuentran en igualdad para cualquier decisión y actividad que quieran tomar.
Cambio más trascendental:
El extremo consumo de la tecnología que promueve el estilo de vida aislado de los demás, con relaciones digitales, en donde el autismo tecnológico aparece en personas que no se pueden relacionar fuera de una pantalla incandescente y que su vida emocional y social sucede tras un teclado. Los valores universales son relativizados al extremo que una persona puede decir lo más ofensivo y grosero en “aras de la verdad”.
México asusta, o como dice un amigo “me dueles México”. Y cómo no va a asustar o doler, si estamos en un momento crítico en todos los factores: bullying altísimo, corrupción en todos los sectores, delincuencia, niños y niñas irreverentes, adultos obsesionados con la posición social, con el tener, donde nada es suficiente y donde “el fin puede llegar a justificar los medios”. Y si a esto le agregamos que tenemos miedo y nos hemos vuelto una sociedad que basa sus decisiones en el temor a que te roben, a no pertenecer, a no SER… Estamos viviendo una inseguridad física y social que nos tiene mal.
Claro que hay cosas buenas: seguimos siendo únicos para divertirnos y pasarla bien, solidarios… Sin embargo, puede ser que hoy lo malo pese un poco más que lo bueno. Ya que al querer pertenecer a un sector social –desde el bajo hasta el alto- y ser aceptados por los demás teniendo las mismas cosas que todos, podemos cometer errores. El factor aspiracional, nos puede llenar de deudas y llevarnos a nuestro PERSONAL BREAKING BAD. ¿Qué es esto? Pues creo que muchos hemos visto esta serie americana, donde un profesor fracasado al recibir la noticia que tiene cáncer se convierte en narcotraficante, y cada decisión que toma, lo acerca al mal. Ese “breaking bad” yo pienso que a todos nos puede pasar, si tenemos la soga al cuello. Si nos vemos sin salida, llenos de deudas y de presiones por quedar bien con quienes queremos, podríamos cometer un error. Es humano.
Por ello, y para evitarlo, yo considero que requerimos dejar de lado el “bluff”, el estilo “quedabien” y comenzar a vivir a nuestras posibilidades. Me asusta que se abran escuelas que se anuncien en $17,000 de colegiatura en kínder, avocando que están enfocados en la clase social alta, y que es para quienes puedan pertenecer a este halo único. Esta exclusión duele. Duele en un país de más de 50´000,000 millones de pobres, donde los ricos que siempre ha habido daban de sí a los más necesitados, ahora sólo se dediquen a pensar en sí mismos y a ver como excluir a otros más pobres.
Entre el grito desolado y desmotivado, y esto que me acabo de enterar, me dan ganas de cambiarme de país o de mundo… En verdad, que aunque llevo 13 años dedicada a promover valores y creo firmemente en mi país y en los jóvenes, al ver estas cosas de pronto dan ganas de tirar la toalla y decir ¡BASTA!
Está circulando desde ayer una página de Facebook de una comunidad llamada “Reto del pasesito” acompañada de un vídeo donde una mocosa en sus diesciocho-veinte años, güerita preciosa, nomina a alguien a quien llama “Kenca”, a Diego Escalante, Paulina Romaní y Roberto. Ella dice haber sido nominada por Beatriz Casazola. ¡Jamás te imaginarás a qué la nominan! En verdad ni en mi peor sueño hubiera imaginado que a alguien se le ocurriera hacer este reto en redes sociales y menos que alguien lo siguiera… El reto consiste en meterse por la nariz un pase de cocaína y grabarse al hacerlo. ¡Y dos niñas disque “bien”, lo hacen, se graban, lo suben y crean una comunidad!
Sin palabras…
Al momento 2000 views en Youtube.
Sin palabras…
¿Qué tiene que pasar para que las mamás y los papás pongamos un alto a los mireyes y a las monsterdivas? ¡¿A quienes?! A los niños que con papa en la boca y aires de reyes del mundo llegan a los lugares humillando gente y rechazan a todos como si el mundo no los mereciera; y a las niñas que creen que por ser bonitas y bien “machas” es correcto humillar, pisotear, tomar, hablar con groserías, ser promiscuas y ahora ¡drogarse!
¡Mamás de mundo! ¡Papás de mundo! Comencemos a bieneducar a nuestros hijos, el mundo nos necesita más que nunca. Este reto es una grave llamada de atención respecto a dónde están los valores de los más jóvenes y una brújula que nos lleva a la perdición.
En mi conferencia de Bullymamás que impartí en Chetumal el jueves pasado les decía: “Ama a tus hijos hasta el infinito, con esa clase de amor que te hace decir NO. No puedes ir, no puedes tener, no puedes hacer, no puedes… porque te amo lo suficiente como para decirte no, aunque llores y me odies por un momentito. Un poquito de hambre, un poquito de frío, un poquito de miedo para educar”. Más de uno me tachó de exagerada y de retrograda.
Tal vez lo soy. Tal vez estoy mal. Tal vez hay que seguirles dando libertades…
Pero yo sí quiero seguir haciendo algo por evitarlo, así que el jueves 24 de septiembre a las 11 de la mañana estaré en la librería Gandhí de Miguel Ángel de Quevedo (la nueva) impartiendo una conferencia al respecto, si quieres unirte y participar para evitar esto ¡Te espero!
Pienso que ser madre es, para la mayoría de las mujeres, la bendición más grande que el cielo nos puede otorgar. En mi caso, considero que es un privilegio maravilloso que Dios me ha obsequiado y la fe absoluta que mi esposo me encomendó.
Un buen día... frío por la temporada invernal, pero caluroso por la intensidad de sentimientos y emociones que sentía mi corazón en ese momento, acudo al médico y éste me confirma que tengo cinco semanas de embarazo. Todas las emociones oscilan una a una dentro de mi ser, a pesar de haber recibido tan maravillosa noticia, el amor y el miedo se instalan en mi corazón. Siento amor por ese bello ser que crece en mi útero, y miedo porque no sé cómo reaccionará mi madre al saber la noticia.
Con mi madre, todo sucede como yo lo esperaba. Eso no cambia lo que siento por mi bebé. A partir de ese momento, el derecho por su vida se vuelve mi estandarte, prefiero perder todo lo que tengo, que quitársela.
Los días pasan uno a uno y esta relación cómplice entre mi bebé y yo, se afianza cada vez más. Siento sus pequeños movimientos cuando estoy alegre y me entristece su letargo cuando lloro mucho.
Escuchar sus latidos en donde el médico, se convierte en música para mis oídos, fortaleza para mi corazón y esperanza por un gran futuro.
Durante los días 8 y 9 de octubre del año pasado, implementamos nuestro “Programa Desintoxícate del Bullying” en el Instituto Cedrus ubicado en Pachuca, Hidalgo, donde alumnos de primaria, padres de familia y maestros participaron de manera entusiasta para ayudar a prevenir y atender de manera oportuna el fenómeno del bullying o acoso escolar.
Al implementar la certificación pude observar lo comprometidos y responsables que son todos dentro de la “Comunidad Cedrus” ya que actúan con valores, principios y sobre todo ocupados con la formación de sus alumnos, para que sean grandes mujeres y hombres profesionales. Durante 50 días se les brindó el acceso a nuestra bitácora de Intranet, en donde se registran los posibles sucesos tanto de conflicto escolar como de bullying. En ella, observamos cómo reaccionó el Instituto cuando se presentaron dichos sucesos. Toda la comunidad atendió puntualmente la acción diaria que compartía Fundación en Movimiento, A.C., mediante la bitácora, la cual debían compartir todos los días y trabajar en conjunto para lograr cumplirla.