Desde pequeños, cuando ingresan a primara o incluso desde preescolar, niños y niñas de la zona indígena de la comunidad de San Ildefonso, en el municipio de Amealco de Bonfil, en el estado de Querétaro, están obligados a cambiar su lengua materna para poder sobre llevar su vida estudiantil sin ser objeto de burlas y acoso por sus compañeros a causa de hablar otomí y no español.
Se tienen registros de que éstas burlas suceden desde preescolar y hasta nivel superior en donde la exclusión, discriminación y burlas se presentan incluso fuera de los planteles educativos ya que, regularmente, los indígenas emigran desde sus comunidades para acudir a los planteles educativos en ciudades del estado en donde se vuelven blanco fácil de la discriminación por gran parte de la sociedad.
La Casa Otomí ofrece cursos para menores donde se imparte gramática de la lengua y la importancia de preservarla, además de ofrecer opciones para defenderse ante los actos de acoso de sus compañeros.
El profesor Manuel Cruz Varela afirma que los casos han motivado incluso denuncias ante la fiscalía ya que vulneran los derechos básicos de las mujeres, sin embargo el fenómeno sigue sucediendo año con año:
“Se da más en la educación básica pero cuando son adultos y tienen que salir de la comunidad a comercializar sus productos, la sociedad de las zonas urbanas los señalan y nuestra gente debe estar lista para afrontar los malos comentarios”.
En Durango las mujeres se ven obligadas a dejar sus usos y costumbres
Mientras tanto, en Durango, mujeres universitarias provenientes de comunidades indígenas, se ven en la necesidad de abandonar sus usos y costumbres para no ser víctimas de bullying cuando emigran hacia las ciudades donde se encuentran los planteles universitarios. En algunos casos, las estudiantes llegan a la capital acompañadas de sus familias, esta circunstancia motiva a que mientras ellas son víctimas de bullying en sus escuelas, sus familias sufren discriminación en las calles de la ciudad o en sus viviendas, razón que obliga a las universitarias a abandonar sus estudios sin que exista un plan ayuda o apoyo por parte de las autoridades para evitar que sus derechos sean afectados.
El reciente video conocido por todos en el que un grupo de adolescentes de la Escuela Secundaria Técnica 55, Jesús Reyes Heroles en Cd Sahagún Hidalgo, golpean durante varios minutos a su compañera después de insultarla de manera cruel ante varios testigos, demuestra que además de existir una crisis importante de valores entre las nuevas generaciones se presenta una crisis de empatía, la cual es más alarmante aún ya que vulnera todas las características que nos unen no sólo comos sociedad si no, incluso, como especie.
La falta de empatía demuestra muchas carencias por parte de una persona con su entorno. Los expertos dicen que sucede por lo general a causa del narcisismo; yo dejo de ser empático -cuando sólo me importo yo y aumenta mi arrogancia y mi soberbia-. Una persona con poca empatía, sólo le importa ella misma, es egoísta y poco comprometida.
Sin embargo, las medidas tomadas por las autoridades escolares en torno al caso superan cualquier límite de alarma: Las menores agresoras se hicieron acreedoras en un principio a sólo tres días de suspensión, lo que obviamente provocó la indignación de los padres de familia al considerar que el castigo no reflejaba la gravedad del violento hecho ocurrido.
Después de manifestaciones pacíficas por parte de los padres de familia afectados y de reuniones extraordinarias con las autoridades escolares, finalmente se acordó cambiar de plantel a las alumnas agresoras y comprometer a sus padres a iniciarlas posteriormente en un tratamiento profesional psicológico.
Amy “Dolly” Everett, de 14 años, tenía un rostro angelical y era modelo de una reconocida marca de sombreros en Australia, este hecho, no sólo significó una vida especial para ella, también la orilló a convertirse en víctima de acoso cibernético. El acoso que recibió avanzó hasta el punto en que la única salida que pudo encontrar para librarlo fue el suicidio.
Su familia responsabilizó del deceso de "Dolly" la semana pasada al acoso cibernético, pero no ha dado detalles sobre el bullying o la causa de la muerte. Sin embargo el caso ha marcado a todos en su país natal y en las redes sociales, en donde decenas de miles de usuarios han manifestado su indignación y su preocupación por las consecuencias que puede traer el acoso a través de los medios digitales.
Al afirmar que eligió poner fin a su vida para escapar al acoso, la compañía que la eligió como modelo dijo: “Es inconcebible pensar en que alguien pueda sentirse tan abrumada que el suicidio sea su única opción”.
Su padre, Tick Everett, al lado de su esposa Meg y su hija, lanzó un llamado para que los padres hablen con sus hijos sobre sus relaciones y el acoso cibernético.
“Hablen aunque les tiemble la voz”, dijo. “Pongan un alto al bullying y sean amables y háganlo por Dolly”.
Ser la hija de los reyes de Holanda y la heredera del trono de los Países Bajos puede significar para cualquiera, tener la vida resulta. Sin embargo, para la princesa Amalia de Orange, de 13 años, las obligaciones públicas que esto significa le está resultando toda una pesadilla.
Las presentaciones públicas a las que es sometida a causa de los compromisos de sus padres se volvieron motivo de críticas debido a su aparente sobre peso y a que la hermana mayor de Amalia, Máxima, sufrió dietas extremas vigiladas de forma estricta por su madre para cuidar su imagen. Sin embargo los problemas han persistido en las hermanas, generando burlas en las redes sociales.
Amalia, heredera al trono de los Países Bajos, comenzó a ser víctima del ciberbullying cuando trascendió una foto familiar en la nieve en la que luce una bata que su madre vistió cuando estaba embarazada.
Los usuarios detectaron esta coincidencia y se dedicaron a publicar las más atroces burlas, hasta que el nombre Amalia fue Trending Topic en Twitter.
Amalia comenzó a lidiar con las presiones ajenas sobre su imagen. En Holanda, el tema es debatido hasta el cansancio, al tiempo que se empieza a hablar de la preocupación de la familia real, pues ha trascendido que la princesa atraviesa una profunda depresión como consecuencia del ciberbullying.
El ciberbullying es el acoso anónimo o abierto que se da a través de los medios electrónicos interactivos como: Redes sociales, chats, mensajes por celular, etc. No es necesario que quien genera y/o se suma al ciber-acoso conozca o tenga algún vínculo con la víctima, el fenómeno puede darse simplemente por ser considerado como algo gracioso.
El pasado 26 de Noviembre se llevó a cabo la 66ª edición del certamen Miss Universo, en el The AXIS en el Planet Hollywood Resort & Casino, Las Vegas, Nevada, Estados Unidos. En este evento coincidieron 3 candidatas que compartían un pasado difícil marcado por el acoso, las burlas y el hostigamiento en su etapa escolar. Para sorpresa de muchos, las representantes de España, Colombia y México confesaron sufrir acoso escolar en su adolescencia, suceso que marcó y complicó su desarrollo al grado tal de cambiarles la vida. Al final Demi-Leigh Nel-Peters representante de Sudáfrica se convirtió en la reyna de la belleza, pero una de las 3 antes mencionadas estuvo a nada de arrebatarle la corona.
Denisse Franco, sinaloense para quien no todo fue tan fácil.
Procedente de Culiacán Sinaloa, con deseos de superarse y de salir adelante, confesó antes del certamen los obstáculos que debió superar para llegar a ser la mujer más hermosa de México:
“Yo sufrí bullying cuando iba en la secundaria por un accidente que tuve a los cuatro años y que me marcó la mejilla. Sufrí mucho después de eso, nisiquiera tenía conciencia de que sufría bullying, pero para mí fue el terror más difícil. Recibí toda clase de comentarios, hirientes, prejuiciosos, fue muy triste. Bajaron por completo mi autoestima, tenía mucho pánico al hablar en público, no quería relacionarme con nadie”, reveló la modelo.
Denisse, sin embargo, tomó esas burlas como alicientes para superarse y salir adelante, con la ayuda de su familia, de los maestros y de un entrono que le permitió romper paradigmas para cumplir sus sueños:
"Una reina de belleza es una vocera, en estos momentos soy todos los habitantes de México, por eso, quiero destacar, demostrar que no somos todas las etiquetas que nos han puesto, que somos gente trabajadora, emprendedora”, finalizó.
Cuando el Presidente Enrique Peña Nieto, acudió el pasado 13 de Noviembre al foro nacional “Sumemos causas por la seguridad, ciudadanos + policías”, no esperaba que en el discurso previo, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, reprochara el nulo cumplimiento de las metas para disminuir los asesinatos y crímenes de alto impacto en el país.
Fue entonces que, en su discurso, el Ejecutivo reprochó que las instituciones de seguridad sean blanco de críticas y bullying debido a que eso sólo desmorona y descalifica a los integrantes de las corporaciones policiacas:
“A veces se escuchan más las voces que vienen de la propia sociedad civil, que condenan, que critican y que hacen bullying sobre el trabajo que hacen las instituciones”.
Después, al clausurar el evento, organizado por la presidenta de Causa en Común, María Elena Morera, el mandatario federal enfatizó que las cifras de seguridad no son alentadoras, pero que ese reto sólo se puede enfrentar con las instituciones del Estado mexicano.
Motivado por la molestia que seguramente le generan las críticas, Peña Nieto utilizó el término "Bullying" para denunciar las descalificaciones automáticas que atestan los miembros de la sociedad civil sobre las acciones emprendidas por el Gobierno Federal.