Yo crecí en un ambiente tranquilo y de amor con principios, creencias y reglas que mi familia me a inculcado. Soy la más grande de tres hermanos y creo que fuí consentida de pequeña, ya que hasta los cuatro años fuí hija unica. Recuerdo haber ido a un kinder muy bonito y tranquilo en donde conocí a mis primeras maestras y a mis primeros amigos. Ahí tambien conocí a una niña hermosa que tenía sindrome de down, era muy buena conmigo y me enseñó que las diferencias físicas no tienen nada que ver con los sentimientos, ella me demostró que podia ser tan capaz como cualquiera de los otros niños que allí estudiabamos.
En este mismo kinder obtuve mi primer reconocimiento de primer lugar en aprovechamiento escolar.
Durante la primaria y el primer año de secundaria tambien me ví rodeada de muchos amigos y amigas.
Fue entonces donde pensé que toda mi vida iba a estar rodeada de amigos, y que ellos iban a estar conmigo en las buenas y en las malas.
Hasta que entré a la escuela LUIS G. URBINA donde me integré el segundo año de secundaria. Tres semanas después de que iniciaron clases comencé a sentir un ambiente un poco pesado, las niñas casí no me hablaban, platicaba más los niños. Comencé a llevarme bien con una niña llamada Brenda, ella empezó a decirme con quien me convenia juntarme y con quien no, por que habia muchas niñas que eran problematicas a quienes sólo debía sobrellevar.
Al paso de los días comence a juntarme con Maria (la niña que grabó) Cinthia y Brenda, conviviamos en la hora del receso hasta que un día fueron a buscar a unas niñas de 1er grado que gustaban de agredir a sus compañeras. Brenda me dijo: -¡No vayas por que van a ir a ponerse de acuerdo para pegarle a unas niñas! yo pregunté que por qué les iban a pegar y ella me empezó a platicar que el año anterior cuando ella ingresó a la escuela, un mes después del inicio de clases, Maria y Cinthia se dedicaron a molestarla y a burlarse de ella , como ya sabia que ellas sólo se dedicaban a pegarle a las demás, decidió hacer las pases con ellas para ser amigas. El consejo que Brenda me dio fue no tenerlas de amigas pero mucho menos de enemigas, por que ellas eran malas y les gustaba pegarles a las demás. Así que sólo las sobrellevara.
Días después, una de las profesoras cambió a Daniela (mi agresora) de lugar, exactamente a un lado mio, fue así como yo empecé a convivir con ella. Me contó que no tenía papá y que su mamá no la quería, yo pensé que ella me tenia confianza y que tal vez me veía como su amiga. Un día me presentó a Fany, otra niña con quien nos empezamos a llevar bien.
Días después un niño me regaló una pulsera de oro y me pidió que fuera su novia. No acepté, le devolví el regalo y él se molestó, Fany me dijo que Daniela se habia enterado del regalo y se habia molestado por que ese niño le gustaba, yo empece a notar a Daniela un tanto distante.
En el mes de noviembre Daniela y Maria Perez (mis 2 agresoras) se empezaron a ser amigas, me dejaron de hablar y al verme se reian de mi o al pasar me empujaban, yo empecé a sentirme un tanto incomoda por esta situación.
Así pasaron los días, Daniela y María golpearon a otra compañera, la mamá de la agredida fue a reclamar y los maestros las mandaron a llamar, se tardaron unos 10 minutos y regresaron riéndose -¡Ashh! chamaca llorona tuvo que traer a su mami- dijeron, -No nos importa de todas formas nunca nos hacen nada"-. En ese momento me empezó a dar mucho miedo, al ver su conducta tan negativa.
Seguí yendo con temor a la escuela. En la primer semana de diciembre me mandaron decir con una de sus amigas que me cuidara por que me iban a pegar, yo le dije a mi mamá pero me dijo que "sólo no me metiera en problemas, y que si pasaba algo le avisará a mi orientador" Hubo una excursión a Six Flags y yo por miedo no fui, tampoco asistí al convivio de diciembre.
Al regresar de vaciones, empezaron a ser más directas sus agresiones, me insultaban, me veian y se burlaban de mi, el 14 de enero ya no quise ir a la escuela. Le comenté a mi mamá y me dijo que no me preocupara que todo iba a estar bien y que no debia descuidar mis clases, ese mismo dia al llegar a la escuela noté que nos tocaba jumper, y que Daniela y sus amigas llevaban el pants, desde la primer clase me veian entre ellas se decian algo y se reian de mi.
A la última hora llegó el orientador (Francisco) y nos dijo que podiamos salir por que no teniamos maestro a esa hora. Todos lo niños de mi salón empezaron a salir quedandose dentro Daniela y sus amigas. Fany y yo guardamos algunos útiles que teníamos en nuestras butacas y cuando nos disponiamos a salir del salón Daniela me detuvo frente al pizarrón, me empezó a agredir verbalmente, yo le dije que no quería problemas que me dejara y quise salir del salón, pero Maria ya había cerrado la puerta y no me dejó salir. Como Daniela vio que yo no respondía a la agresión, me dio una cachetada, yo sólo me hice hacia atrás. Las amigas de Daniela gritaron: -¡Ya pégale para que podamos grabarla!- Daniela me comenzó a cachetear y me tomó de los cabellos, me azotó contra el filo del pizarron, con ese golpe me caí al piso, Daniela me cayó encima y me siguió golpeando, perdí el conocimiento por unos instantes y cuando volvi en sí, ella seguía golpeándome, sólo veía su puño en mi cara, escuchaba y veia, aunque un poco borroso, pero ya no sentía.
No supe en que momento dejó de pegarme, no sé ni cómo me pude levantar, recuerdo que al salir del salón sólo pensaba en buscar a alguien que pudiera ayudarme. Encontré por suerte a Miriam y Yamilet, y ellas me ayudaron a llegar a la direcccion, allí estaba la subdirectora y el orientador Francisco. Él me llevó hasta la orientacion que se encontraba al otro lado de la escuela, intentaron curararme la herida pero notaron que era bastante grande y decidieron no tocarme ni hacerme nada, sólo me limpiaron un poco el rostro y las manos, las cuales estaban cubiertas de sangre.
Francisco mandó llamar a Daniela y le preguntó por qué habia hecho eso, ella no contestó nada. La subdirectora ordenó a Francisco que me llevara a la sala de maestros, y a las agresoras que fueran por sus cosas y que se retiraran antes de que llegaran mis papás. Cuando estuve en la sala con el orientador Francisco entró la subdirectora, me llevó al baño de los profesores y metió mi cabeza en el lavadero para que se me cayera toda la sangre, cuando salí de ahí una de mis compañeras ya habia traido mis cosas y se quedó conmigo, yo seguía sangrando mucho. Francisco le dijo a la subdirectora que debían llamar a una ambulancia porque yo estaba perdiendo mucha sangre, pero ella no accedió alegando que esa era responsabilidad de mis papás y no de ella. Allí me tuvo esperando a mis papás, yo no dejaba de llorar y seguia perdiendo sangre.
Después de un rato llegó mi mamá, exigió a la subdirectora ver también a Daniela y que llamaran a sus padres para que tuvieran conocimiento de lo que habia hecho. La subdierectora se negó, nos dijo que mejor nos fueramos por que yo estaba perdiendo mucha sangre y me tenia que atender un doctor, le comentó a mi mamá que Daniela seguía en la escuela aunque yo sabía lo contrario y nos aseguró que si la familia de Daniela no se hacía cargo, la escuela se ocuparía de mis gastos médicos.
Recuerdo que mi mamá le pidió que llamaran a una ambulancia por que le daba miedo llevarme asi, a lo que la subdirectora también se negó. Mi mamá con ayuda de mi abuelita me llevaron primero a un hospital de gobierno pero no me pudieron atender asi que me llevaron a una clinica particular y ahí me lavaron y cosieron la herida, tomaron radiografías y me subieron a un cuarto en donde me quede hospitalizada.
Estando ahí me entró mucha desesperacion, queria gritar, salir corriendo, pero lo que mas quería era desaparecer, pensaba que era mejor ya no vivir porque tenia mucho miedo y coraje por lo que me habia pasado, no me explicaba cómo me habian pegado sin que nadie me defendiera, al contrario tenia en mi mente las burlas y las risas de los demás niños que presenciaron la pelea, queria desaparecer, dormirme y ya no despertar.
Al poco tiempo llegaron unas personas que iban del ministerio publico y una doctora que reviso todas mis heridas y golpes, me preguntaron que cómo me habia sucedido eso, les dije que me habian pegado y filmado unas compañeras de la escuela. La doctora dijo que ya no me hicieran preguntas que así no podian tomar mi declaracion y que despues mis papás se encargarían de llevarme al Ministerio Público.
Al otro día, cuando desperté, al ver a mi mamá a mi lado quise contarle todo lo que sentía pero no pude, me dio como miedo o verguenza así que sólo le dije unas cuantas cosas, ella me dijo que no me preocupara y que me escucharía en el momento en que yo decidiera platicarle como fueron las cosas, me pidió que descansara y me aseguró que esto nunca me iba a volver a ocurrir.
Cuando salí del hospital y llegué a mi casa mis hermanos y mi familia me hicieron sentir muy bien, pero en cuanto se fueron solo pensaba en dormir. Así transcurrieron los días en los que yo le fui contando a mi mamá lo que había pasado y lo que yo sentia, mi familia trataba de entretenerme para que yo me sintiera un poco mejor, despues de dos semanas mi abuelito me prestó su computadora para que me entretuviera en lo que estaba en casa, ya que como no podia salir mucho por miedo de que se me infectara la herida pues me la pase en casa.
Cuando revisé mis correos me llevé una terrible sorpresa, me encontré con algo que nunca me esperé, el primer mensaje era de burlas y amenazas por internet, aún no lo borro de mi mente, decia algo así:
-Hola nena que haces pensando ¿? ahí no si ya nisiquiera has de pensar, con eso de que te rompieron tu cabeza aaa pobre de ti jajajaja a ver si no quedaste más tonta de lo que ya estabas eeeeeee , pero tengo que confesarte algo ¡No sabes cuanto me alegra que te hayan pateado porque me ahorraron el trabajo a mi !! bueno nena adios y ojala que no te recuperes jajaja...
Después de leerlo me dí cuenta de que su maldad no tenia límites, así que otro golpe más para mi, para deprimirme más de lo que ya estaba. Así como este llegaron otros cuantos más al igual de burlas y amenazas aunque tambien tengo que reconocer que eran más los mensajes que me llegaban de apoyo de los que si eran mis amigos.
Así estuve dos meses sin poder asistir a clases, pensando en que mis agresoras estaban como sin nada en la escuela haciendo de las suyas hasta que en la primer semana de marzo mis papás me dieron una nueva noticia. Por fin regresaría a la escuela, como no me podian apuntar por que estaba dada de baja, el director de la secundaria Sor Juana Ines de la Cruz (particular) EDMUNDO ROCHA HERNANDEZ le asigno al profesor Ulises Rocha la tarea de darme clases particulares para que pudiera ponerme al corriente con las materias.
Entré a esa escuela y a todos ya los conocia, ya que ellos iban conmigo en la primaria, me pude sentir un poco mejor, la siguiente semana estando en clases un niño que si sabia lo que me habia pasado comenzó a decirles a unas de mis amigas y eso me hizo volver a recaer ya que no queria que nadie de ahí se enterara me puse muy mal, pero mi profesor habló conmigo y me tranquilizó un poco. Esta recaida hizo que al llevarme al doctor le dijieran a mi mamá que tenia que seguir un tratamiento por que el electroensefalograma estaba muy alterado, me asusté mucho y me volví a deprimir por que creí que algo malo me iba a pasar pero afortunadamente ya en este tiempo mi mamá pudo contactar la ayuda de Fundación en Movimiento y la señorita Trixia Valle es quien hasta el momento nos a brindado todo su apoyo. Pude hablar con ella y sus palabras y consejos me sirvieron para comprender muchas cosas y sé que con su ayuda ahora podre salir adelante y seré muy feliz.
Yo crecí en un ambiente tranquilo y de amor con principios, creencias y reglas que mi familia me a inculcado. Soy la más grande de tres hermanos y creo que fuí consentida de pequeña, ya que hasta los cuatro años fuí hija unica. Recuerdo haber ido a un kinder muy bonito y tranquilo en donde conocí a mis primeras maestras y a mis primeros amigos. Ahí tambien conocí a una niña hermosa que tenía sindrome de down, era muy buena conmigo y me enseñó que las diferencias físicas no tienen nada que ver con los sentimientos, ella me demostró que podia ser tan capaz como cualquiera de los otros niños que allí estudiabamos.
En este mismo kinder obtuve mi primer reconocimiento de primer lugar en aprovechamiento escolar.Durante la primaria y el primer año de secundaria tambien me ví rodeada de muchos amigos y amigas.Fue entonces donde pensé que toda mi vida iba a estar rodeada de amigos, y que ellos iban a estar conmigo en las buenas y en las malas.
Hasta que entré a la escuela LUIS G. URBINA donde me integré el segundo año de secundaria. Tres semanas después de que iniciaron clases comencé a sentir un ambiente un poco pesado, las niñas casí no me hablaban, platicaba más los niños. Comencé a llevarme bien con una niña llamada Brenda, ella empezó a decirme con quien me convenia juntarme y con quien no, por que habia muchas niñas que eran problematicas a quienes sólo debía sobrellevar.
Al paso de los días comence a juntarme con Maria (la niña que grabó) Cinthia y Brenda, conviviamos en la hora del receso hasta que un día fueron a buscar a unas niñas de 1er grado que gustaban de agredir a sus compañeras. Brenda me dijo: -¡No vayas por que van a ir a ponerse de acuerdo para pegarle a unas niñas! yo pregunté que por qué les iban a pegar y ella me empezó a platicar que el año anterior cuando ella ingresó a la escuela, un mes después del inicio de clases, Maria y Cinthia se dedicaron a molestarla y a burlarse de ella , como ya sabia que ellas sólo se dedicaban a pegarle a las demás, decidió hacer las pases con ellas para ser amigas. El consejo que Brenda me dio fue no tenerlas de amigas pero mucho menos de enemigas, por que ellas eran malas y les gustaba pegarles a las demás. Así que sólo las sobrellevara.
La violencia se infiltra en todos los sectores, incluso en el educativo, donde el acoso o 'bullying' está adquiriendo proporciones alarmantes: un problema que preocupa tanto a padres de familia como a los responsables de la educación.
Un reportaje de Patrick John Buffe, corresponsal de RFI en México, con la participación de Trixia Valle, Directora de Fundación en Movimiento.
La violencia se infiltra en todos los sectores, incluso en el educativo, donde el acoso o 'bullying' está adquiriendo proporciones alarmantes: un problema que preocupa tanto a padres de familia como a los responsables de la educación.
Un audio-reportaje de Patrick John Buffe, corresponsal de RFI en México, con la participación de Trixia Valle, Directora de Fundación en Movimiento.
Reportajes sobre el bullying cada vez son más frecuentes en los medios masivos de comunicación. Sin embargo, la pregunta natural que surge es: ¿por qué se le está dando tanta importancia hoy a algo que siempre ha existido?.
En San Pablo del Monte, al sur de Tlaxcala, Iván, -un niño de 9 años de edad, que cursaba el tercer grado de primaria-, se suicidó ahorcándose en el tendedero de su casa para no seguir siendo objeto de las agresiones de sus compañeros de clase.
Todos los adultos recordamos como algo normal haber vivido situaciones de conflicto con alguno de nuestros compañeros de escuela, pues nunca faltaba alguno con temperamento agresivo y provocador.
Sin embargo, superar estas experiencias era parte del aprendizaje de lo que en el futuro sería la vida. Así aprendíamos a desactivar conflictos, repeler agresiones e incluso a negociar, -o con el agresor-, o con los amigos que nos podrían ayudar a defendernos.
Eran experiencias difíciles para un niño pero aleccionadoras para aprender a sobrevivir en un mundo competitivo.
¿Qué situaciones han cambiado, que hoy han hecho del bullying un tema de alta prioridad?.
Los contenidos violentos en los videojuegos, en el cine TV, -y en general en el contexto social-, están creando estímulos que por imitación propician agresividad en niños con predisposición a la violencia.
Según estudios clásicos, el Dr. De Fleur afirmaba que “el contenido de los mensajes fortalece las actitudes pre-existentes”. Por tanto, según este planteamiento los contenidos violentos estimulan los instintos agresivos en niños con predisposición a la violencia y fortalecen el rechazo en niños pacifistas.
En tiempos anteriores a la era tecnológica, la escuela y la familia tenían más influencia en los niños y como parte de la educación, pretendían desestimular las actitudes violentas. Por tanto, la violencia era ocasional y reprobada por la sociedad.
. Hoy la sobreexposición a contenidos violentos genera más violencia. La violencia hoy es el tema cotidiano, -tanto ficticia como parte de videojuegos o programas de entretenimiento-, como la real, que aparece en los noticieros.
Por otra parte,- desde la perspectiva de los receptores de la agresión-, estamos viendo que la sociedad se ha vuelto sobreprotectora y tiende a victimizar a quien sufre una agresión.
Si victimizamos a quienes sufren bullying estaremos reprimiendo su aprendizaje para resolver situaciones de conflicto a lo largo de su vida. Estaríamos formando una generación de “víctimas” que se convertirían en perdedores crónicos. Por ello es conveniente no asignarles ese rol, pues lo aplicarán el resto de su vida.
Otro grave problema es el impacto de la WEB como generadora de hábitos en los niños. El poder de seducción de la tecnología es tal que los niños pequeños han dejado de lado la convivencia tradicional con sus amigos en las calles, parques por ejemplo, para pasar el tiempo frente a un monitor estableciendo relaciones virtuales con otros niños, muchos de los cuales están a grandes distancias y por ello no se conocerán personalmente nunca.
También impacta el temor de los padres respecto a la inseguridad que hoy se vive en las calles, y ello les obliga a preferir que estén seguros en su casa frente a un monitor y no montando en bicicletas, andando en patines jugando futbol o simplemente conviviendo con sus amiguitos. Todo ésto redunda en que esta generación interactiva ya no está desarrollando los mecanismos afectivos para la vinculación emocional con quienes les rodean, y que se derivan de la socialización.
Hoy la familia como institución vive una crisis interna que se refleja en falta de control de los padres sobre los hijos y lo mismo sucede con la escuela.
Estas dos instituciones que antes formaban los valores de los niños, hoy han perdido su influencia frente a los medios masivos de comunicación y la WEB tan llena de agresividad.
La crisis educativa, -desde el punto de vista de que el modelo educativo ha caducado y la politización de los maestros a través de los intereses sindicales-, ha minimizado el impacto formativo del maestro como forjador de valores morales y ciudadanos. Prefieren muchos de ellos estar haciendo plantones, -o comisionados en labores sindicales-, que estar dando clase.
Ante el ambiente de agresividad en el hogar vemos que se repiten los roles. Así vemos niños maltratados en sus casas que salen a cobrarse sus frustraciones con quien se “las pague”.
Por ello las nuevas víctimas de la violencia podrían ser los agresores de mañana.
Niños que crecen sin afecto porque no ven a los papás, o porque la tecnología los ha hechos introvertidos.
Ers evidente que no hemos hecho aún lo suficiente para conocer la psicología básica de la violencia… ¿Por qué se genera? …
El problema de la violencia inicia dentro de la familia, impacta en la escuela y concluye en los cárteles, -donde niños violentados de muchas formas y con resentimientos-, cuando llegan a adultos muy jóvenes buscan su revancha cuando les dan una pistola y la protección del cártel. El sadismo que hoy acompaña a la violencia extralimitada nos muestra que hay resentimiento.
Para resolver la violencia es necesario buscar sus soluciones dentro de la familia y en la escuela.
No hay forma de resolver el problema del bullying y la violencia dentro de la infancia si no es a través de los padres.
Es necesario involucrar jurídicamente a los padres y hacerlos responsables de conductas violentas extremas cuando estos niños en la escuela ejerzan acoso o violencia, pues ellos son los que realmente pueden incidir en su conducta, por lo menos que esta responsabilidad llegase hasta que los hijos cumplan 12 años de edad.
Si un niño lastima a un compañerito intencionalmente, -y su conducta es recurrente-, debiese existir forma de que los padres paguen de algún modo las consecuencias de un proceso judicial por no haber actuado a tiempo, -o incluso-, por fomentar en sus hijos la violencia.
El problema es que estamos en una sociedad que no exige responsabilidades a nadie.
Para casos graves de agresividad el DIF debiese crear centros de atención operados por psicólogos clínicos, donde los ´padres que consideren que no pueden controlar al hijo, lo lleven para su atención.
Es urgente en las escuelas primarias instrumentar clase-taller de socialización con psicólogos, para restablecer esta capacidad que la vida de hoy no permite desarrollar de modo espontáneo.
La problemática del bullying debe ser entendida como la llamada de alerta de una crisis de violencia en la sociedad.
Para dar atención particular a casos específicos se cuenta con apoyo de organismos de la sociedad civil como “Fundación en Movimiento”, que dirige Trixia Valle (http://www.fundacionenmovimiento.org.mx).
Sin embargo, en paralelo hay que ir al fondo del problema social con soluciones integrales.
Reportajes sobre el bullying cada vez son más frecuentes en los medios masivos de comunicación. Sin embargo, la pregunta natural que surge es: ¿por qué se le está dando tanta importancia hoy a algo que siempre ha existido?.
En San Pablo del Monte, al sur de Tlaxcala, Iván, -un niño de 9 años de edad, que cursaba el tercer grado de primaria-, se suicidó ahorcándose en el tendedero de su casa para no seguir siendo objeto de las agresiones de sus compañeros de clase.
Todos los adultos recordamos como algo normal haber vivido situaciones de conflicto con alguno de nuestros compañeros de escuela, pues nunca faltaba alguno con temperamento agresivo y provocador.
Sin embargo, superar estas experiencias era parte del aprendizaje de lo que en el futuro sería la vida. Así aprendíamos a desactivar conflictos, repeler agresiones e incluso a negociar, -o con el agresor-, o con los amigos que nos podrían ayudar a defendernos.
La problemática del acoso escolar, o ‘bullying’, no es algo nuevo; sin embargo, en los último años la violencia entre niños y jóvenes ha aumentado; actualmente, siete de cada 10 niños lo padecen y cada vez más mujeres participan en esta práctica.
Además, las agreciones son más perversas, sádicas y crueles, reflejo de lo que ven en los medios, explicó la directora de la Fundación en Movimiento, la escritora Trixia Valle.
La también autora del libro ‘Ya no quiero ir a la escuela’, señaló que los niños diariamente observan violencia en los medios, e incluso en el deporte, por lo que pidió, en especial a los futbolistas –como los que se pelearon el domingo pasado, en el estadio de Morelia–,que más allá de unirse a una campaña contra la violencia, sean congruentes en su forma de ser, y que se den cuenta de que son muy influyentes en el comportamiento de los menores.
“Que sean conscientes de que lo que hagan en la cancha tendrá un impacto muy grande fuera de ella, por lo que es necesario que empiecen a educar con el ejemplo”, dijo.
La palabra ‘bullying’ proviene del holandés, que significa “acoso”. El primero en emplear el término en el sentido de acoso escolar fue el doctor Dan Olweus, quien implantó en la década de los 70, en Suecia un estudio a largo plazo que culminaría con un completo programa ‘antibullying’ para las escuelas de Noruega.
Sin ayuda pagarás las ‘facturas’ Trixia Valle explicó, con una experiencia personal, que las personas que sufren ‘bullying’ de niños y que no son tratados, llegan a la adolescencia con una autoestima baja, lo que desencadena en conductas autodestructivas por la falta de amor propio.
“Cuando no te amas, no te cuidas; como no te cuidas, te arriesgas”, explicó, añadiendo que éste es uno de los factores por los que los jóvenes recurren al alcohol, a las drogas o prácticas de alto riesgo.
Por otra parte, los adolescentes con baja autoestima son capaces de hacer cualquier cosa con tal de agradar a los demás, y es entre los 14 a los 21 años cuando toman las decisiones que “cobran la factura por el resto de su vida”, ya sea quedando embarazadas o lisiados por un accidente automovilístico, entre muchos otros.
La problemática del acoso escolar, o ‘bullying’, no es algo nuevo; sin embargo, en los últimos años la violencia entre niños y jóvenes ha aumentado; actualmente, siete de cada 10 niños lo padecen y cada vez más mujeres participan en esta práctica.
Además, las agreciones son más perversas, sádicas y crueles, reflejo de lo que ven en los medios, explicó la directora de la Fundación en Movimiento, la escritora Trixia Valle.
La también autora del libro ‘Ya no quiero ir a la escuela’, señaló que los niños diariamente observan violencia en los medios, e incluso en el deporte, por lo que pidió, en especial a los futbolistas –como los que se pelearon el domingo pasado, en el estadio de Morelia–,que más allá de unirse a una campaña contra la violencia, sean congruentes en su forma de ser, y que se den cuenta de que son muy influyentes en el comportamiento de los menores.
“Que sean conscientes de que lo que hagan en la cancha tendrá un impacto muy grande fuera de ella, por lo que es necesario que empiecen a educar con el ejemplo”, dijo.
Hoy la modernidad, el individualismo, la promoción del egocentrismo, la mal llamada aldea global, la necesidad de trabajar del padre y de la madre que derivan en la falta de una educación primaria básica, que son los siete primeros años de ejemplo y convivencia en casa; la bajísima calidad de contenidos en la televisión, el acceso de niños y jóvenes a la tecnología individualizada, la promoción de una vida material y utilitarista donde lo importante es ser popular, tener dinero y una vida socialmente activa fuera de casa y muchos aspectos más, nos han puesto en serios dilemas respecto a la conducta y cultura a las que hoy debemos adaptarnos. Desgraciadamente hoy no está de moda ser educado, hablar correctamente ni ser puntual, entre lo básico.
La ética y los valores son un modelo de vida y quien los ejerce comprueba la esperanza de alcanzar una vida mejor en el orden y responsabilidad, es decir en plenitud.
Los conflictos que se viven actualmente en las escuelas respecto al acoso o bullying nos obligan a revisar nuevamente la estructura y responsabilidad que tenemos los educadores con respecto a entender una “Formación Integral”. La educación en cualquier nivel debe de buscar como objetivo final la capacidad del ser humano para aspirar a la felicidad.
A partir de 1960, la psicología de la educación tuvo un gran desarrollo debido a los cambios sociales que empezaron a manifestarse en las sociedades más avanzadas. La expansión de la educación formal al conjunto de las poblaciones, clases sociales y segmentos de edad históricamente ignorados por los sistemas educativos, produjo efectos similares sobre el desarrollo y la profesionalización de la actividad educativa.
Para explicar el porqué un niño altera el orden en su clase, se puede apelar a la teoría del condicionamiento instrumental u operante de B. F. Skinner que describe cómo los esfuerzos forman y mantienen una conducta determinada. La violencia en la escuela puede explicarse, en parte, a través de la teoría del psicólogo canadiense Albert Bandura (1963), que hace referencia a las condiciones en las que se aprende a imitar modelos.
La implicación de la Psicología Educativa en cuanto al desarrollo, ponderó la teoría del psicólogo suizo Jean Piaget, que señala distintas etapas del desarrollo intelectual; postula que la capacidad intelectual es cualitativamente distinta en las diferentes edades, y que el niño necesita de la interacción con el medio para adquirir competencia intelectual. Esta teoría ha tenido una influencia esencial en la psicología de la educación y en la pedagogía, afectando al diseño de los ambientes y los planes educativos. El tiempo que los profesores dedican a la enseñanza, los contenidos que cubren, el porcentaje de tiempo que los alumnos dedican al aprendizaje, la congruencia entre lo que se enseña y lo que se aprende, y la capacidad del profesor para ofrecer directrices (reglas claras), suministrar información a sus alumnos sobre su progreso académico, hacerlos responsables de su comportamiento, y crear una atmosfera cálida y democrática para el aprendizaje.
La relación Maestro-Alumno en una calidad básica, da sentido a la idea de escuela, mantiene esa posibilidad del “ser educable” que presenta desafíos de la educación. Señala Morín: “…la hiperespecialización impide ver lo global (que fragmenta en parcelas) y lo esencial (que disuelve). Ahora bien, los problemas esenciales nunca son fragmentarios y los problemas globales son cada vez más esenciales”, debido a exigencias de las mega-tendencias mundiales, que afectan las identidades culturales, crean vacíos en espacios sociales, generando muchos mecanismos de exclusión, que se traducen en hechos o fenómenos como el suicidio de jóvenes que suma un millón al año, probablemente causados por la “depresión y acoso”. No obstante, si este dato es de suyo aterrador, lo hace mucho más significativo el saber que poco menos de cinco millones más de jóvenes intentan el suicidio sin conseguirlo en el mismo periodo de tiempo.
La “depresión” representa, con mucho, la mayor “pandemia” mundial . Es posible comprender que educar es una responsabilidad de todos y esta no es solo una tarea que se adquiere en la escuela.
Educar no es sólo escolarizar; una educación debe ser integral, es decir, del cuerpo, su discutible salud; de la “psique” para alumbrar equilibradamente nuestro entendimiento y experiencia y con ello nuestra “realidad psíquica” de nuestra inteligencia de sentir y privilegiar el sentido pleno de nuestras emociones en un desarrollo intelectivo que faculte al espíritu que debemos forjarnos para ser libres y educados y para ser, personas que vinculen sus expectativas de relación con el otro; resignificar la verdad de cada quién, hacia una verdad colectiva, de identidad social, cultural, ética y moral.
Las escuelas juegan un papel indispensable, pues en ellas los jóvenes de México se forman en los aspectos profesional, social y ético. Necesitamos que los futuros líderes de este país asuman las nuevas responsabilidades que implica vivir en un país abierto, libre y democrático; necesitamos que tengan valores sólidos de identidad e integridad ética, moral y social, que les permitan hacer frente con éxito a los retos de la competencia global; así mismo, necesitamos de la participación activa de las instituciones en la búsqueda de los objetivos a los que aspiramos todos: una sociedad más transparente y justa, en la que prevalezcan la legalidad y la integridad, compartiendo con la sociedad la responsabilidad de sembrar para el futuro, la semilla de un mejor país, más transparente.
Es fundamental que las instituciones académicas, particularmente en la organización de su proyecto institucional incorporen valores éticos, morales, sociales y las ostenten en la práctica educativa con congruencia y pertinencia; empezando con el ejemplo que den las autoridades académico-administrativas; los profesores que enfaticen criterios de conducta orientados a establecer lo importante y lo que exactamente se espera de los estudiantes, docentes y de las mismas autoridades, destacando la construcción de una cultura de apego a la ley y de integridad en las instituciones como instancias inmejorables para lograr el aprendizaje de valores.
En estos espacios los estudiantes comparten con profesores y compañeros vivencias con las que forman y ejercitan valores tales como responsabilidad, trabajo en equipo, tolerancia, honestidad, diálogo, integridad y honorabilidad.
La promoción y el respeto a valores éticos y sociales brindan un patrón de integridad que contribuye en los colegios a mejorar sus resultados y lograr sus objetivos. Una escuela en la que sus integrantes cumplen adecuadamente con lo que se espera de ellos, gana inevitablemente el aprecio de su comunidad y construye un estatus que es imposible obtener de otra manera.
Sabemos que la promoción y adopción de valores es una tarea difícil y que los resultados posiblemente no los veamos en el corto plazo. Pero también estamos convencidos de que éste es el mejor momento para iniciar la construcción de nuevas reglas de convivencia social que nos permitan convertirnos en una sociedad más exitosa, dentro de un contexto global que presenta exigencias y retos para todos, es menester ocuparnos de una Enseñanza Educativa y empezar a dejar la Enseñanza Cognitiva; empezar a gestar una reforma del pensamiento.
Las instituciones de educación no solamente son lugares en donde se producen y transmiten conocimientos; son organizaciones del conocimiento en donde la convivencia entre estudiantes, el ejemplo de los profesores, la forma en que se organiza administrativamente la institución, cumplimiento de las normas y de sus valores son parte fundamental de la formación social y humana del estudiante y de quienes colaboran en la institución.
La convivencia cotidiana con otros estudiantes y con los profesores, así como la interacción con una serie de normas académicas y administrativas, además de los valores propios de la institución, hacen que el proceso de aprendizaje incluya, además de los conocimientos académicos, principios de convivencia social, de relación con la autoridad y de participación en las decisiones que contribuyen a formar la personalidad de los estudiantes.
El aprendizaje, es una experiencia intelectual, pero también personal, social y ética. La práctica cotidiana de valores éticos y de integridad es esencial para que cumplan con su función educativa y de formación humana, considerando la participación de los padres de familia.
Los códigos, al formar parte de una comunidad compartida, se significan en una cultura de constitución axiológica, y van a contribuir a que el estudiante construya un esquema de prioridades en el que se establezcan nociones acerca de lo que es sustancial y aquello que no lo es; entre lo que le parece benéfico y deseable, y lo que es dañino e inconveniente; entre sí es mejor ser egoísta o sentir esa revivencialización necesaria para tener esa empatía con los demás seres humanos.
“Las instituciones que mantienen reglas y valores orientados por criterios de conocimiento humano integrado y una posición ética, generalmente obtienen mejores resultados académicos y crean un ambiente en el que alumnos y profesores están satisfechos de pertenecer a ellas”.
Las escuelas son espacios sociales de formación personal, profesional, intelectual y ética para quienes las integran.
Cuando en una institución educativa no se atienden principios de honestidad, de respeto y de integridad, se crea un ambiente en el cual las reglas no son respetadas e invade a los estudiantes y profesores un sentimiento de vergüenza y de decepción sobre su pertenencia a la institución. También crece la apatía, lo cual afecta la relación con los demás, ya que nadie se siente comprometido con su deber, lo que va erosionando la confianza que debe existir en toda relación profesional y personal.
Debemos educar y organizar también nuestra voluntad personal y colectiva, alertar nuestro espíritu, estimularlo a corregir y reparar errores, orientarlo a la práctica del interés general y el bien común, y al entendimiento de cambiar el paradigma, de impulsar la ética y de poseer una conciencia definida de ir evolucionado, de reconocernos en una constante trascendencia de nuestros valores, estructurándonos por ser mejores cada día, por nosotros mismos y por la responsabilidad ofrecida al “otro” ser humano.
Hoy la modernidad, el individualismo, la promoción del egocentrismo, la mal llamada aldea global, la necesidad de trabajar del padre y de la madre que derivan en la falta de una educación primaria básica, que son los siete primeros años de ejemplo y convivencia en casa; la bajísima calidad de contenidos en la televisión, el acceso de niños y jóvenes a la tecnología individualizada, la promoción de una vida material y utilitarista donde lo importante es ser popular, tener dinero y una vida socialmente activa fuera de casa y muchos aspectos más, nos han puesto en serios dilemas respecto a la conducta y cultura a las que hoy debemos adaptarnos. Desgraciadamente hoy no está de moda ser educado, hablar correctamente ni ser puntual, entre lo básico.
La ética y los valores son un modelo de vida y quien los ejerce comprueba la esperanza de alcanzar una vida mejor en el orden y responsabilidad, es decir en plenitud.
Los conflictos que se viven actualmente en las escuelas respecto al acoso o bullying nos obligan a revisar nuevamente la estructura y responsabilidad que tenemos los educadores con respecto a entender una “Formación Integral”. La educación en cualquier nivel debe de buscar como objetivo final la capacidad del ser humano para aspirar a la felicidad.