Hoy te quiero compartir tres ingredientes mágicos que pueden ser de gran apoyo en casa, para vivir en ambientes de armonía, paz y solidaridad.

Para comenzar debes saber que no vas a invertir un solo peso, es decir todo está en casa, lo único que vas a necesitar es voluntad, sí, voluntad para realizarlo; tiempo, el tiempo es oro molido siempre y cuando lo emplees de forma adecuada, y finalmente, paciencia; porque nada va a ocurrir de la noche a la mañana, todo tiene su proceso.

Ingrediente número 1: Hábitos

Los hábitos son conductas y/o comportamientos que se repiten hasta realizarlos de manera automática; tienen un impacto significativo en nuestra salud, bienestar y logros. Hay hábitos buenos y malos.

La invitación de este mensaje es fomentar hábitos buenos entre los miembros de la familia, a fin de generar una solidaridad entre los que viven ahí. Esta invitación es para todos, no importa edad o género.

Algunos hábitos buenos que pueden favorecer la convivencia en casa son: orden, limpieza y familiares.

Hábitos de orden

  • Hacer la cama cada mañana, contribuye a un ambiente limpio y ordenado.
  • Recoger los objetos, guardar los objetos en su lugar después de usarlos para mantener la casa en orden.
  • Limpiar el baño regularmente, incluyendo el inodoro, lavabo y espejo, dará a ese espacio del hogar un mejor aspecto.
  • Organizar la cocina; limpiar y volver a acomodar todo después de cocinar mejora la visión de ese lugar, además de que evita que posteriormente haya plagas de moscas, cucarachas y ratas.

Hábitos de limpieza

  • Limpieza diaria; dedica unos minutos al día a limpiar áreas clave como la sala, cocina y baño.
  • Ventilación; ventilar la casa regularmente para renovar el aire y evitar malos olores, abre las cortinas de la casa, permite que entre aire nuevo.
  • Limpia los muebles; limpiar regularmente los muebles para eliminar el polvo y mantenerlos en buen estado, favorece la vida y utilidad de estos; por lo que te sugiero utilizar productos de limpieza adecuados para cada superficie y seguir las instrucciones de uso.

Hábitos familiares

  • Pasar tiempo juntos; dedica tiempo para compartir actividades y momentos en familia, date la oportunidad de escuchar a los miembros de tu familia, muestra interés por lo que cada uno comparte. Esto fortalece lazos familiares.
  • Ayuda mutua; fomenta la cooperación y ayuda mutua entre los miembros de la familia. Esto favorecerá la solidaridad familiar.
  • Comunicación; trata de mantener una comunicación abierta y honesta entre los miembros de la familia, ya que esta fortalecerá la confianza familiar.

Ingrediente número 2: Virtudes

Las virtudes son convicciones o actitudes que nos permiten conducirnos por la vida; suelen tener consecuencias positivas en las personas o en su entorno. Algunas de las virtudes humanas que puedes fomentar en casa para vivir en un ambiente de paz y armonía son: la humildad, la caridad, la gratitud y la paciencia.

  • Humildad, recuerda que el buen juez por su casa empieza, así dice el refrán. Empieza por reconocer si te equivocas, se consiente en reconocer tus limitaciones, acepta que no eres perfecto. Recuerda que eres el ejemplo. Sé un buen ejemplo, enseña a tus hijos.
  • Caridad, esta se puede manifestar de diversas formas, desde acciones pequeñas en el día a día hasta hacer grandes contribuciones a causas sociales. Ofrecer tiempo y esfuerzo para ayudar a otros, ya sea en un centro de rehabilitación o una organización benéfica con acciones de voluntariado que es un claro ejemplo de la caridad. Ofrecer un abrazo, una palabra de aliento o simplemente ser amable con los demás, son actitudes que evidencian la caridad que hay en ti, en tu familia.
  • Gratitud, esta implica un sentimiento de agradecimiento y reconocimiento por los beneficios recibidos, consiste en apreciar lo que tenemos. Dedica un par de minutos al día para agradecer en familia lo que somos y lo que tenemos.
  • Paciencia, como virtud implica una tranquilidad interna, una capacidad de convivir armoniosamente y aceptar las diferencias, así como la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos que como familia podríamos tener.

Ingrediente número 3: Valores

Los valores son principios que orientan la conducta humana. Existen valores emocionales y valores espirituales. Los primeros son pilares fundamentales para una vida saludable y para contribuir a tener relaciones interpersonales solidas. Algunos ejemplos de estos son: la bondad y la sinceridad.

Los valores espirituales son creencias, normas y prácticas que ayudan a mejorar las acciones del ser humano. Algunos ejemplos de estos valores son: el respeto, la honestidad, la paz entre otros.

Como podrás observar los ingredientes de los que te hablé al inicio pueden ser de gran apoyo en casa; siempre y cuando se utilicen de forma correcta y con la dosis necesaria para cada familia; así que la próxima vez que llegues agotado(a) a casa, con ganas de solo querer llegar y descansar. Recuerda el buen uso que has dado a los ingredientes mágicos que hoy te vine a compartir.

Soy María Eugenia Castro Sánchez del equipo de capacitadoras de Fundación en Movimiento, promovemos temas que generan ambientes de paz para una sana convivencia, resolución pacífica de conflictos entre otros temas que seguro serán de tu interés.

¡Hasta la próxima!