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Ayer 31 de octubre del 2023, un juez del Tribunal de Enjuiciamiento Especializado en el Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes declaró a Azahara Aylin, una estudiante de 14 años, culpable del homicidio calificado de Norma Lizbeth en Teotihuacán.

El pasado febrero, Azahara agredió cruelmente a Norma Lizbeth en una riña, en la que ésta falleció 20 días después. El video de las agresiones dio la vuelta al mundo y dejó entrever la urgente necesidad de enseñar habilidades de resolución pacífica de conflictos, empatía y solidaridad a las y los estudiantes.

El caso de Norma Lizbeth y el veredicto de culpabilidad de Azahara Aylin por el homicidio, es un recordatorio para no olvidar la gravedad de los daños que provoca el bullying y lo impactante que es que la violencia cada vez se presente con mayor normalidad entre menores de edad. Este trágico suceso nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la justicia y la necesidad de erradicar cualquier tipo de violencia desde sus primeras señales, pero sobre todo de involucrarnos como madres y padres de familia, docentes y como sociedad.

Es desgarrador pensar en el sufrimiento que Norma Lizbeth y su familia tuvieron que enfrentar antes de su trágico fallecimiento. Es fundamental prevenir e intervenir oportunamente con vínculos de solidaridad para asegurar que casos como éste no se repitan y que las y los estudiantes puedan vivir en un entorno seguro y libre de violencia.

La visibilidad de la responsabilidad de Azahara Aylin siendo menor de edad, es un paso importante hacia la justicia a favor de los receptores de violencia en entornos escolares. Sin embargo, no podemos olvidar que este caso es solo uno de muchos que ocurren a diario en nuestro país y en el mundo. Es un llamado de atención para que las autoridades y la sociedad en su conjunto colaboren para crear un México en el que estudiantes, independientemente de su género, condición social, de salud o económica, rasgos o aspectos físicos, etcétera, puedan vivir sin miedo y sentirse seguros en la escuela.

La lucha contra el bullying o acoso escolar es responsabilidad de todos. Debemos educar en la Paz, fortalecer a nuestras comunidades educativas, capacitar a docentes y padres de familia, exigir a las autoridades protocolos de seguridad y sanciones justas, apoyar a quienes reciben y generan el bullying, concientizar a los testigos, enseñar habilidades de resolución y mediación de conflictos, sobre todo, promover una cultura de la denuncia y una cultura de Paz.

¿Cuál es tu compromiso para que tu hij@, tu alumn@ o estudiantes en general, puedan cumplir sus sueños como no pudo hacerlo Norma Lizbeth?

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