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“Siempre la apoyé, fui a dónde tenía que ir y voy a hacer justicia por ella; esté donde esté que sea feliz porque ya nadie más la va a lastimar” -Alma Ramos, hermana de Norma, quien fue asesinada por bullying.

El pasado lunes, Norma Lizbeth de 14 años de edad, falleció después de debatirse entre la vida y la muerte desde el pasado 21 de febrero en Teotihuacán a causa de las agresiones que recibió con una piedra por parte de una de sus compañeras.

Las manifestaciones de bullying se habían presentado constantemente, pero la escuela hizo caso omiso argumentando que se trataba de juegos normales entre compañeras. Fue hasta entonces, que la citaron en el lugar donde sucedieron los hechos, con el argumento de que “arreglarían” sus problemas.

En los videos que muestran la evidencia, se ve a sus compañeros aplaudiendo la violencia e incitando a la agresora a golpearla aún más; no fue sino hasta que una patrulla que llegó, provocó que los estudiantes se dispersaran dejando sola a Norma, quien fue auxiliada por vecinos de la zona.

La hermana mayor de Norma, expuso a los medios de comunicación que su hermana era constantemente violentada y excluida de las actividades escolares. Este miércoles, fue velada en su domicilio y sepultada en el panteón municipal y hoy jueves 16, se lleva a cabo una marcha para exigir justicia por el asesinato de la adolescente y acciones en contra del acoso escolar.

¿Quién fue negligente en el caso?

  • La directora por decirle a los padres que sólo se trató de una simple pelea y su única acción fue expulsarlas de la escuela.
  • Los médicos que dijeron que sólo era una fractura en la nariz aunque se trataba de un traumatismo encefálico que dañó su cerebro por completo.
  • Los estudiantes que incitaban a que las agresiones aumentaran.
  • La estudiante que agredió hasta matar, sin empatía, sin pensar en las consecuencias, sin límites ni sanciones.

Sin duda, toda la sociedad necesita reeducarse en la prevención de la violencia, entendiendo que todo evoluciona y ya nada es como solía serlo en el pasado: la violencia se ha vuelto incontrolable y los protocolos de actuación ya no sirven para enfrentar al bullying actual.

Nos sumamos a las exigencias de la familia Ramos, para que Secretaría de Educación Pública (SEP), la Secretaría de Educación Estatal y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) realicen las investigaciones pertinentes, apliquen las sanciones correspondientes e implementen estrategias de prevención y de actuación contra el acoso en las escuelas, así como la implementación de la educación para la Paz.

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