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Actualmente hemos sido bombardeados con información sobre el bullying o acoso escolar. Los medios de comunicación lanzan -casi a diario- imágenes de niños y jóvenes peleando violentamente, colocando a este fenómeno en el número uno de la lista de prioridades de padres de familia, profesores y autoridades escolares.
Pero, en concreto, ¿qué es el bullying? Bullying es una palabra de origen inglés que significa intimidación. El bullying o acoso escolar se refiere a todas las actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, adoptadas por uno o más en contra de otro u otros estudiantes. La constancia en los ataques aumenta la gravedad del acoso, que se ha convertido en un problema de salud mental a nivel mundial.
Este fenómeno afecta hoy, en mayor o menor grado, a 7 de cada 10 niños en nuestro país de acuerdo al Estudio del Secretario General de la ONU sobre la violencia en México en contra de  los niños.
Este fenómeno no distingue raza, religión, posición social, ni estructura física; ataca cada vez a más temprana edad y ningún sector de la sociedad está libre de él.
Siendo así, es importante conocer desde las más tempranas edades cómo prevenir este fenómeno. De acuerdo a los estudios realizados por Enrique Alducin en el libro “Los valores de los mexicanos”, FCE, una persona en los años 50´s formaba sus valores en base a las siguientes influencias:

 

Previniendo el BullyingActualmente hemos sido bombardeados con información sobre el bullying o acoso escolar. Los medios de comunicación lanzan -casi a diario- imágenes de niños y jóvenes peleando violentamente, colocando a este fenómeno en el número uno de la lista de prioridades de padres de familia, profesores y autoridades escolares.  

Pero, en concreto, ¿qué es el bullying? Bullying son todas las actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, adoptadas por uno o más en contra de otro u otros estudiantes. La constancia en los ataques aumenta la gravedad del acoso, que se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial. 

Este fenómeno afecta hoy, en mayor o menor grado, a 7 de cada 10 niños en México de acuerdo al ONG Bullying Sin Fronteras (2018).

 

Este fenómeno no distingue raza, religión, posición social, ni estructura física; ataca cada vez a más temprana edad y ningún sector de la sociedad está libre de él.

De igual forma, el comportamiento de un niño es influenciado por los medios de comunicación. Lamentablemente muchos de estos han eliminado  su compromiso social- y cada vez encontramos más violencia y pornografía en los contenidos de los programas, de los anuncios comerciales e institucionales en cualquier horario incluyendo el infantil. Asumir un mundo violento, donde el mayor interés de las personas es el sexual, es el mensaje que recibe el inconsciente de la mayoría de los niños y jóvenes. Este mensaje lo pueden traducir en actitudes violentas y agresivas que crean ambientes escolares de bullying. 

5 sencillas recomendaciones para los padres de familia que son parte de nuestra campaña de Fundación en Movimiento "Ser buena onda SIEMPRE está de moda":

  1. Haz de tu influencia una positiva –trata a los demás como esperas ser tratado-.

  2. Dedica a tus hijos 10 minutos al día sin tecnología (TV, celular, internet, etc…).

  3. Apoya a los profesores de tus hijos. Confía en ellos y si aparece alguna diferencia trátala en privado y no demerites su autoridad frente a tus hijos.

  4. Firmeza sin violencia. No es necesario gritar y golpear para corregir. Ser firme y mostrar autoridad, es mucho más efectivo que las amenazas de golpes.

  5. Pregunta ¿qué pasó? Antes de juzgar… A veces, lo obvio, no es lo verdadero; a veces el hijo pequeño comienza los pleitos; a veces tus hijos se equivocan y eso no los convierte en errores permanentes… sólo son aprendizajes.

Estas acciones, sumadas a buenas practicas de crianza, hará que tus hijos distingan entre las actitudes generadoras de violencia pero también aquellas condiciones agradables en las que se pueden desenvolver y a su vez, atraer a otros compañeros hacia ellas:

  • Estimula la autoestima en los niños
  • Reconoce sus acciones positivas
  • Establece límites claros
  • Sé un ejemplo de coherencia
  • Programen tiempo y actividades en familia
  • Demuéstrale a tus hijos que son lo más importante

Es importante una profunda observación de nuestros hijos, pues lograremos protegerlos de un ambiente hostil. Si cuidamos que nuestros hijos no sean agresivos, que respeten a los demás, que sean amables, estaremos apoyando a que su ambiente sea mejor. Para identificar si tu hijo está atravesando por alguna situación de bullying, te compartimos algunos síntomas que te pueden ayudar a saberlo:

  • Constantemente le cuesta trabajo dormir.
  • Dolores en el estómago.
  • Dolores en el pecho.
  • Dolores de cabeza.
  • Ganas de vomitar y vómitos. 
  • Llanto constante.
  • Constante rechazo por ir a la escuela. Pone mil excusas para no ir. 
  • Falta de atención en el arreglo personal.
  • Encorvamiento. Se joroba todo el tiempo y mira al piso frecuentemente.
  • Aislamiento. No quiere salir, ni jugar con nadie.
  • Extrema hambre al llegar de la escuela o no querer comer. Esto sucede porque hay dos opciones, o se burlan de su lunch y le da pena comerlo o se lo quitan.
  • Mal humor en casa.
  • Maltrato a hermanos / primos.
  • Se queja de dolores en la espalda. 
  • Llega con la ropa rasgada o pintada. 
  • Tiene golpes o cortadas en la cara o el cuerpo sin explicación. 
  • Está distraído y con la mirada perdida. 
  • Sale muy cansado del colegio. 
  • Se queja de ver todo negro y/o  no poder ver. 
  • Puede decir: “No me importaría morir o algo similar”. 
  • Quiere cambiar de colegio.

No hay reglas, pero si alguno de estos síntomas dura más de dos semanas y se presentan más de tres de ellos en forma conjunta, se debe considerar que algo grave está pasando. 

Todos tenemos un  radar para detectar a quienes sufren y esta es la mejor manera de descubrirlo. Si te late, probablemente esté pasando. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los niños que presenten estos síntomas están sufriendo por un acoso escolar. Antes de llegar a una conclusión, es necesario investigar más. 

Y en el caso de que tu hijo sea reportado como el bully o agresor, evita negar el hecho. El que tu hijo se porte mal en ocasiones, no tiene NADA que ver con tu buena intención para educar… puede tratarse de algo que le sucedió, de la influencia de los medios o de alguna dinámica que no le funciona. Detrás de todo niño agresivo, hay un dolor no expresado. Lo más importante es descubrir que siente tu hijo y que lo lleva a actuar de esa manera para corregir su conducta y evitar promover la impunidad ante sus actos.

Para promover ambientes libres de violencia y ayudar a padres de familia y docentes a prevenir y combatir el bullying Fundación en Movimiento, pone al alcance de todos talleres y conferencias. ¡Pide información!

 

 

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