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bull390

Me encontré una definición de bullying que me pareció razonable, concreta y completa: “acoso escolar y toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo”. El contexto es el patio escolar y describe algunas características del acosador y del acosado, los efectos que produce en la víctima y precisa que el agresor o acosador molesta a su víctima de distintas maneras, ante el silencio o la complicidad del resto de los compañeros. Esta acción de acosar -describe el artículo-, revela un abuso de poder pues intimida al débil y éste, poco a poco, comienza a experimentar diversas consecuencias psicológicas.

En estos días en que comienza el nuevo ciclo escolar y se debate sobre el contenido y el material que se distribuirá a nuestros niños en las escuelas, ya a partir del nivel pre-escolar, se deja ver que el fondo del planteamiento general tiene la ideología de género como base. La ideología es la exaltación sólo de una parte de la realidad, es decir, ignora el contexto general de la cultura, creencias, principios no negociables del papá y la mamá del niño o de la niña y, eso, es una violencia contra la realidad y la verdad.

En la práctica, violenta el proceso natural educativo de la persona a esa edad y, definitivamente, lleva a la violencia extrema de una excitación precoz de la sexualidad a la que reduce únicamente a lo corporal-genital y al placer como resultado. Altera el proceso natural de afirmación de la identidad sexual genético-biológica y exalta más una supuesta capacidad de elección personal del fenotipo que se quiera, haciendo violencia a la vez, al derecho indelegable de papá y mamá de acompañar a sus hijos en el proceso natural de identificación con su propio sexo. Viola también el proceso de maduración de la persona que necesita crecer gradualmente en su capacidad de ejercer su libertad, ponderando las opciones que tiene y que la ciencia fija más o menos a los veinticinco años, tiempo de maduración del lóbulo frontal.

Los hechos mismos indican que, si esto se realiza, se dará un tremendo bullying ya no en los patios escolares, sino en los mismos salones de clases y los acosadores serán las instituciones que promueven esta ideología y -quizá a su pesar-, los mismos maestros serán quienes se conviertan en realizadores de un bullying directo e injusto (como toda violencia), que producirá resultados psicológicos terribles en la personalidad de los niños pues será un ataque no sólo físico o psicológico, sino antropológico, ya que por propia iniciativa querrán hacer un rediseño del ser humano y, por si fuera poco, todo ello al margen de papá y mamá. Así pues, el bullying que se hará será no sólo a los niños sino también a los padres, a la familia, a la verdad, a la realidad y al futuro de la Nación. ¿Seremos cómplices silenciosos de este bullying? La tolerancia con el mal y la mentira, no es tolerancia, es debilidad… y complicidad.

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